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Autor: Xavier Montané

SUPERPOBLACIÓN Y CRISIS DEL SUELO. ¿QUÉ CRISIS? (Fuente: www.disidentia.com)

Fuente: www.disidentia.com

 

Gracias a la inmensa labor difusora de los neomalthusianos muchas personas están -otra vez- preocupadas por el constante aumento de la población mundial. Sin embargo, desde finales del siglo XX hay varios indicadores relacionados que ya han superado su pico. Uno de ellos es el «pico de los niños», que probablemente acabamos de alcanzar: las proyecciones medias de la ONU parten actualmente de una meseta en el número total de niños, que disminuirá lentamente a finales de este siglo.

Estas previsiones a largo plazo están, por supuesto, plagadas de grandes incertidumbres. Pero junto con el hecho de que la tasa de crecimiento de la población mundial ha ido disminuyendo desde 1968, existe una justificada esperanza de estabilización del número de habitantes del planeta a medio plazo. Y eso es importante, porque hay que alimentar suficientemente a todas estas personas. Por lo tanto, un «pico de tierra agrícola» parece casi un milagro, un imposible.

Así que vamos a echar un vistazo más de cerca. Afortunadamente, existe el sitio web «Our World in Data«, que ya he utilizado varias veces. El equipo que rodea a su fundador, Max Roser, recopila y publica en este sitio web una gran cantidad de material que debería ayudar a avanzar en el análisis de los problemas más importantes de la humanidad.

El siguiente gráfico de la mencionada web muestra la evolución de la superficie agrícola mundial en los últimos mil años:

Gráfico 01

Las tierras agrícolas comprenden todas las tierras utilizadas para el cultivo de cereales y hortalizas y para el pastoreo del ganado. El gráfico muestra que esta superficie ha aumentado de forma explosiva desde el siglo XVIII al ritmo de la población. En total, un tercio de los bosques y dos tercios de los pastizales silvestres han sido destruidos en los últimos 10.000 años debido a este aumento. Sin embargo, no podemos olvidar que superamos el «pico de destrucción de los bosques» en la década de 1990. En los últimos treinta años, la eliminación de bosques a nivel mundial se ha reducido a un tercio:

Gráfico 02

En el año 2000, la superficie agrícola mundial alcanzó su máxima expansión. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el uso de la tierra en este «pico» era de algo menos de 5.000 millones de hectáreas. Esto corresponde a casi la mitad de toda la tierra fértil del planeta.

Les invito ahora a ver la sorprendente desvinculación entre la producción agroalimentaria y el uso de suelo. Desde ese año 2000, la superficie agrícola mundial ha ido disminuyendo lentamente. Sin embargo, este sorprendente descenso va de la mano de la producción agrícola, que incluso ha aumentado recientemente. Esto se visualiza muy bien en el siguiente gráfico para el periodo de los últimos sesenta años:

Gráfico 03

De nuevo basado en los datos de la FAO, aquí se puede ver la disociación del consumo de suelo para la producción agrícola: con su propia escala a la izquierda, el consumo de tierras se muestra en verde en miles de millones de hectáreas. Y en marrón dorado con su propia escala a la derecha, el rendimiento en billones de dólares ajustados a la inflación. Tras su «pico» en el año 2000, la superficie agrícola ha disminuido en unos 800.000 kilómetros cuadrados hasta 2018, lo que supone casi el doble de la superficie de España. En el mismo tiempo, la producción ha pasado de 2,7 a 3,9 billones. Esto supone un aumento del 44%.

Sin embargo, el «pico de tierras agrícolas» sólo significa el «pico de tierras de pastoreo», no el «pico de tierras de cultivo»: las tierras de pastoreo mundiales para el ganado han disminuido, mientras que las tierras de cultivo para los cereales siguen aumentando. A primera vista, esto es sorprendente, ya que la producción de carne se ha triplicado en los últimos cincuenta años.

Sin embargo, en primer lugar, hemos trasladado gran parte de nuestro consumo de carne a los cerdos y los pollos, que no necesitan grandes extensiones de pastos para alimentarse. Y, en segundo lugar, con la intensificación de la agricultura, la ganadería también ha podido prescindir de cada vez más suelo de pasto.

Esto crea un conflicto, por un lado, con las exigencias de una cría respetuosa con los animales y, por otro, con la protección del medio ambiente: si los animales se mantienen cada vez más en el interior gracias a la agricultura intensiva, podemos ahorrar tierra, pero violamos el natural de los animales a un ejercicio físico suficiente y también ponemos en peligro la biodiversidad. Por el contrario, con más animales en libertad, el consumo de tierra vuelve a aumentar. En la suma global, sin embargo, predomina el ahorro de tierra utilizable con el aumento de la cría de animales en establos. De hecho, cerca de la mitad de la producción agrícola se utiliza como alimento para los animales de granja. Desgraciadamente, la transferencia de calorías es muy ineficiente: de cien calorías suministradas, sólo el 13% queda para la carne de pollo y sólo el 2% para la de vacuno. Así que se necesita relativamente mucha tierra para producir relativamente poca carne.

A pesar de los inconvenientes descritos, y por primera vez, la humanidad es capaz de alimentar a una población creciente sin tener que desbrozar más y más suelos. De hecho, ya llevamos dos décadas en las que hemos podido devolver suelo a la naturaleza.

La agricultura intensiva tiene como objetivo optimizar el rendimiento por superficie, utilizando la ciencia más avanzada. Al mismo tiempo, no pierde de vista el bienestar animal y el medio ambiente. Si intensificamos aún más la agricultura en el futuro, podríamos conseguir a nivel mundial lo que ya se ha logrado en Europa: que haya cada vez más fauna.

Agricultural land use has declined across Europe over the last 50 years. This allowed natural habitats to return where agriculture had previously taken them over. It is a point that I’ve made before: high agricultural productivity is key to protecting wildlife.” Fuente (¡vean las cifras, para algunas especies son espectaculares!).

 


Advierten que la especulación se apodera del sector de los cereales (fuente: www.agroclm.com)

Advierten que la especulación se apodera del sector de los cereales, con caídas de precios de entre 40 y 60 €/tonelada en los últimos días

Desde UCCL piden prudencia a la hora de vender

cosechadora

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) alerta que durante los últimos ocho días se habla de bajadas importantes en el precio de los cereales, de entre 40 y 60 euros la tonelada, “que no tienen un fundamento ni una lógica ya que los inputs siguen estando por las nubes, la previsión de cosecha se espera mala y todos los indicadores dicen que las reservas están en mínimos históricos”.

En algunas zonas de la región, como Madrigal de las Torres, zonas sur de la provincia de Valladolid o algunas zonas de Zamora, ya se ha comenzado a segar, con una producción de mala calidad en el grano y poca producción.

UCCL considera que los agricultores tienen que ser precavidos y conscientes de sus costes de producción. Datos que debe tenerse en cuenta a la hora de vender la producción, puesto que cabe apuntar que el incremento respecto al año pasado en los inputs es muy considerable, así en el gasoil de un 215%, en la electricidad de un 77%, en los fertilizantes de un 140% y de los fitosanitarios de un 35%, no siendo compensado ahora con la bajada tan brutal que han sufrido los cereales.

“Si en años anteriores estábamos hablando de bajadas de 5 o 6 euros tonelada, este año desgraciadamente, debemos de hablar de 40 o 60 euros la tonelada. Esto es lo que nos parece un sinsentido total y puede llegar a arruinar las explotaciones de rentas más ajustadas o con menor capacidad económica”, apuntan desde UCCL.

A esta bajada generalizada en los precios hay que añadir la importante disminución de la cosecha debido a las condiciones climáticas de estos últimos días, que hace poner en alerta a los agricultores “para que no se precipiten en las ventas de sus productos ya que las previsiones de toda índole a nivel tanto nacional como internacional, apuntan una fortaleza en los precios de los cereales durante los próximos meses”.

La UCCL recomienda informarse y asesorarse bien antes de hacer cualquier operación de venta ya que las distintas fluctuaciones pueden hacer tambalear o caer a muchas explotaciones cerealistas de Castilla y León.

Empiezan a escasear los fertilizantes, el producto odiado por los ecologistas que evita las crisis alimentarias (fuente:www.libremercado.com)

https://www.libremercado.com/2022-05-11/empiezan-escasear-fertilizantes-producto-odiado-por-ecologistas-evita-crisis-alimentarias-6895116/

 

Los comercializadores de fertilizantes alertan de que «con la agricultura ecológica no se puede alimentar a la población mundial».

El encarecimiento del gas natural afecta directamente a la producción de fertilizantes.

Con el paso de los siglos, el ser humano se ha valido de la tecnología y el perfeccionamiento de las técnicas agrícolas para alimentar a un creciente número de personas con costes cada vez más reducidos. Uno de los pilares de este aumento de productividad agrícola ha sido la introducción de los fertilizantes sintéticos y de un sinfín de agronutrientes.

Ahora, sin embargo, toda la cadena alimentaria se encuentra en peligro por la escasez de estos elementos químicos que contribuyen a mejorar riqueza nutritiva de la tierra. De hecho, según una completa investigación de Bloomberg, la estabilidad económica y política de buena parte de los países en vías de desarrollo se encuentra en estos momentos amenazada por la potencial reducción de producción agrícola fruto de la escasez de fertilizantes.

«Probablemente los agricultores cultiven lo suficiente para alimentarse. Pero la pregunta es qué tendrán para alimentar a las ciudades», declaran expertos de Costa de Marfil. Y la situación es, según narra Bloomberg, igualmente preocupante en multitud de países a lo largo y ancho del globo: Kenia, Filipinas, Nigeria, Perú, Brasil, Costa Rica… Así, por ejemplo, se espera que la producción de alimentos en África pueda desplomarse en más de un tercio por la menor importación de fertilizantes.

En los países más desarrollados, no obstante, la situación no es tan dramática, aunque esto no quiere decir que los precios no se hayan disparado. Así, tal y como nos traslada D. Juan Pardo, presidente de la Asociación Comercial Española de Fertilizantes (ACEFER), «en Europa no han faltado fertilizantes, aunque es cierto que su consumo se ha reducido algo por el alza en los precios».

En este sentido, el representante de ACEFER, consultado por Libre Mercado, cree que el sector de los fertilizantes ha sufrido problemas equiparables a los de otros muchos bienes y servicios: un desacople entre oferta y demanda, los desajustes en las cadenas de suministro y transporte marítimo, así como la subida del precio del gas. Este último es probablemente, el aspecto más relevante, dado que el gas natural es la materia prima principal en la fabricación de fertilizantes nitrogenados, además de esencial a nivel energético en su producción industrial.

A este respecto, la Guerra en Ucrania no está ayudando. Según Juan Pardo, el conflicto, al elevar los precios del gas natural, ha disparado los costes de producción y especialmente de compuestos como el amoniaco, a partir del que se generan los nitratos y la urea. No obstante, el experto aclara que la dependencia directa de Rusia respecto a la fabricación de fertilizantes es muy baja en el viejo continente: «Desde hace muchos años, hemos tomado medidas para reducir la dependencia, ya que Rusia siempre ha hecho dumping con precios extremadamente bajos«. Y respecto al potencial productor de España, estima que este se sitúan alrededor del 60% de lo que se consume, si bien no hay margen para influir en el precio, ya que se trata de commodities internacionales.

Otras circunstancias que están afectando al encarecimiento de los fertilizantes son, por un lado, las sanciones impuestas sobre Bielorrusia, uno de los mayores exportadores de estos compuestos. Por otro, la suspensión de exportaciones decretada por China sobre la urea y el fosfato hasta junio de 2022 tampoco ayuda.

En suma, todos estos factores han ocasionado aumentos de precios que desde ACEFER cifran «en hasta del 100% en varios productos». Mientras, en Norte América, estos se han casi triplicado. La primera consecuencia de ello recae directamente sobre los agricultores, para los que los fertilizantes suponen, de manera habitual, «entorno al 10% de los costes». Y con el encarecimiento, estos se trasladan en gran medida al consumidor. Asimismo, los ganaderos también se ven seriamente afectados al elevarse el precio de los cereales. Además, estos últimos, reconoce Juan Pardo, tienen menos capacidad de trasladar el coste al consumidor».

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Precio de los fertilizantes en Estados Unidos.

Por otro lado, desde la asociación de comercializadores reconocen que sus márgenes han aumentado, pero ello no les libra de la incertidumbre. «El producto que antes valía 100 ahora vale 200. El problema es que ahora estamos comprando a 200 pero no sabemos a qué precio se lo vamos a poder vender al agricultor, asegura el Presidente de ACEFER, quien indica que «pasan meses entre que los comercializadores compramos el producto y el agricultor lo adquiere, ya que es un mercado con márgenes muy pequeños y en el que se manejan muy grandes cantidades».

La vital importancia de los fertilizantes

Pese a lo que se asegura desde ciertos sectores ecologistas, la importancia de los fertilizantes es decisiva a la hora de alimentar de manera asequible a la creciente población mundial. Concretamente, tal y como publicó Libre Mercado, hasta el 50% del rendimiento de varios tipos de cultivo se atribuye al uso de fertilizantes inorgánicos. Al mismo tiempo, los datos disponibles a nivel mundial apuntan abrumadoramente hacia un efecto positivo del empleo de fertilizantes. Así, por ejemplo, sabemos que los países con mayor uso de estos logran mayor productividad en el cultivo de cereal.

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Uso de fertilizantes y rendimiento del cultivo de cereal.

Además, los experimentos que han tratado de eliminar este tipo de compuestos a gran escala han demostrado su fracaso. Este es, por ejemplo, el reciente caso de Sri Lanka, donde la entrada en vigor de la agricultura ecológica obligatoria desplomó el rendimiento de los cultivos y disparó los precios hasta tal punto que su gobierno se vio obligado a retirar parte de las regulaciones planteadas y compensar económicamente a los agricultores.

Al respecto de la importancia de los fertilizantes, el Presidente de ACEFER reconoce a Libre Mercado que «debemos procurar de utilizar todos los medios a nuestro alcance para mejorar la productividad pero dañando el medio ambiente lo menos posible». Pero, al mismo tiempo, destaca que un descenso importante en el uso de fertilizantes tendría consecuencias enormes. «Con la agricultura ecológica no se puede alimentar a la población mundial», alerta el experto. «Sería un error tremendo prescindir de los fertilizantes», sentencia.

Zelenski pide a la comunidad internacional que desbloquee los puertos de Ucrania para evitar una crisis alimentaria mundial (fuente:www.elmundo.es)

FUENTE :https://www.elmundo.es/internacional/2022/05/10/627a3393fdddff1f8a8b4587.html

 

GUERRA EN UCRANIA

«Es un golpe no solo para Ucrania. Sin nuestras exportaciones agrícolas, docenas de países en diferentes partes del mundo ya están al borde de la escasez», dijo el presidente

El presidente de Ucrania advierte de que el comercio en los puertos del país está paralizado, por lo que insta a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para poner fin al bloqueo ruso y permitir así el comercio de trigo y evitar una crisis alimentaria mundial. Volodimir Zelenski hizo estas declaraciones tras hablar con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien visitó Odesa, el principal puerto del Mar Negro para la exportación de productos agrícolas, donde los misiles bombardearon varios sitios turísticos y destruyeron edificios el lunes. «Por primera vez en décadas y décadas, en Odesa no hay un movimiento regular de la flota mercante, no hay una rutina portuaria. Esto probablemente nunca haya sucedido en Odesa desde la Segunda Guerra Mundial», dijo Zelenski en un vídeo.

«Y esto es un golpe no solo para Ucrania. Sin nuestras exportaciones agrícolas, docenas de países en diferentes partes del mundo ya están al borde de la escasez de alimentos. Y con el tiempo, la situación puede volverse, francamente, aterradora». Ucrania fue el cuarto mayor exportador de maíz del mundo en la temporada 2020/21 y el sexto exportador de trigo, según datos del Consejo Internacional de Granos. Pero cerca de 25 millones de toneladas de grano ahora están atrapadas en Ucrania, dijo el viernes un funcionario de la agencia de alimentos de la ONU.

«Se deben tomar medidas inmediatas para desbloquear los puertos ucranianos para las exportaciones de trigo», dijo Zelenski en su canal de mensajería Telegram. No especificó qué medidas estaba pidiendo. Los países de la OTAN, incluido Estados Unidos, han descartado una intervención armada por temor a desencadenar una guerra más amplia. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que viajó Kiev el pasado domingo, dijo que su país ayudaría a Ucrania a encontrar opciones sobre cómo exportar granos almacenados.

Michel, presidente del Consejo Europeo, escribió en Twitter que había visto silos llenos de granos, trigo y maíz en Odesa que estaban listos para exportarse pero permanecían bloqueados. Durante su visita a la ciudad portuaria, que fue bombardeada, tuvo que ponerse a resguardo.

«Este alimento que tanto se necesita está varado debido a la guerra rusa y el bloqueo de los puertos del Mar Negro. Causando consecuencias dramáticas para los países vulnerables. Necesitamos una respuesta global«, escribió.

El bloqueo de los puertos ucranianos por parte de Rusia desde la invasión del 24 de febrero se ha sumado a la volatilidad en los mercados financieros internacionales, elevando los precios de las materias primas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo la semana pasada que el problema de la seguridad alimentaria no puede resolverse sin restaurar la producción ucraniana en el mercado mundial.

Los funcionarios agrícolas de Ucrania estiman el excedente exportable en unos 12 millones de toneladas, y los analistas agrícolas han dicho que las existencias de este país son tan elevadas que no habrá suficiente espacio para almacenar la nueva cosecha cuando llegue.
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Ucrania ha sembrado alrededor de 7 millones de hectáreas de cultivos de primavera este año, lo que equivale a entre 25% y 30% menos que el año anterior, dijo el lunes el ministro de Agricultura, Mykola Solskyi, quien añadió que Ucrania había exportado 1,090 millones de toneladas de granos en abril, pero que la siembra no fue de la misma calidad que el año pasado y, además, el área de siembra de maíz era más pequeña.

Moscú, mientras tanto, sigue defendiendo que su «operación especial» en Ucrania está diseñada para desarmar y desnazificar a su vecino más pequeño.

El MAPA estima importaciones de 14 Mt de cereales y 7,4 Mt de oleaginosas en 2021/22 (fuente:www.agronegocios.es).

Aunque la guerra de Ucrania, que se inició hace ya más de un mes, ha puesto buena parte de las estimaciones estadísticas con mayores interrogantes que los habituales, el Ministerio de Agricultura actualizó su balance del mercado de cereales y de oleaginosas de la presente campaña 2021/22, que concluye el próximo 30 de junio.

Por tanto, a oferta total disponible de campaña se estima en 40,73 millones de toneladas, de las cuales cerca de 36,55 millones irían a consumo interno y alrededor de 954.000 t a la exportación, con lo que el stock final a 30 de junio quedarían en casi 3,23 Mt, que es un 12,9% y casi 364.000 t superior al de la campaña anterior.

En relación al consumo interno, de esos más de 36,5 Mt, cerca de tres cuartas partes del total (74,88%) y 27,37 millones se prevé destinar a alimentación animal; el restante 25% iría a alimentación humana (prácticamente 5 Mt); usos industriales (casi 3 Mt), de los cuales un millón de toneladas a la producción de bioetanol; algo más de 1,06 Mt a semillas, y 122.200 t se contabilizan como pérdidas.

Por tipos de grano, la producción estimada por el MAPA en este último balance de la actual campaña 2021/22 es de 7,56 Mt para trigo blanco (+7,5% sobre la campaña anterior); 743.800 t para trigo duro (-5,6%); casi 8,97 Mt de cebada (-18,2%); unos 4,24 Mt de maíz (+0,7%); 301.500 t de centeno (-23%); casi 1,2 Mt de avena (-9,1%); 18.900 t de sorgo (-10,4%), y 783.500 t de triticale (+3,6%).

En relación a las importaciones previstas, en primer lugar, está el maíz, donde la previsión son de 8,5 Mt, ligeramente algo por debajo de las de 2020/21 (8,56 Mt), seguido de trigo blando (4 Mt, frente a 3,33 Mt de la anterior. Además, la previsión es de importar 600.000 t de cebada; 300.000 t de centeno; 200.000 t de trigo duro; otras 200.000 t de triticale; 130.000 t de avena, y 120.000 t de sorgo.

En relación a las exportaciones, la previsión es vender unas 280.000 t de trigo duro al exterior, así como unas 200.000 t de trigo blando, cebada y maíz, respectivamente, junto a volúmenes inferiores de avena (50.000 t), centeno (12.000 T), triticale (8.000 t) y sorgo (4.000 t).

Por último, en relación al consumo interno de 36,54 Mt, unos 12,2 millones serían de maíz (9,8 millones para alimentación animal); cerca de 11,5 millones de trigo blando (6,8 Mt para pienso y 4,2 Mt para harina de alimentación humana); casi 9,22 millones de cebada (8 Mt para alimentación animal); 1,28 millones de avena; 966.300 t de triticale; 691.400 t de trigo duro; 580.700 t de centeno, y 140.900 t de sorgo.

Oleaginosas

Las estimaciones en el sector de semillas oleaginosas en la campaña 2021/22 son de una producción total de 993.000 t, de las cuales 771.300 t serían de girasol; 216.500 t de colza y 4.800 t de soja.

No obstante, estas previsiones se verán en cierta medida alteradas (como en el caso del maíz, aunque este grano en menor medida) por la posibilidad de sembrar barbechos de rotación y Superficie de Interés Ecológico (SIE) para paliar las dificultades de importación por la guerra en Ucrania).

En su revisión del balance de mercado, el MAPA estimaba unas importaciones de 3,93 Mt, es decir, casi 4 veces la producción propia. De este volumen, la mayor parte, con 3,4 Mt eran de haba de soja; 480.000 t de pipa de girasol y 50.000 t de colza.

Estas compras al exterior, junto a unas existencias iniciales de 186.000 t (150.000 t de soja; 30.000 t de girasol y 6.000 t de colza) daban lugar a una oferta disponible de  casi 5,11 Mt, frente a un consumo interno estimado en 4,81 millones, de los cuales 3,42 millones eran de haba de soja (2,96 Mt para transformación industrial), 1,23 millones de girasol (casi 1,11 Mt para transformación industrial) y 157.500 t de colza (156.600 t para transformación industrial).

Para alimentación animal, la estimación era de 540.000 t (460.000 t de soja y 80.000 t de girasol); otras 41.000 t para alimentación humana (40.000 t de girasol y 1.000 t de soja) Y 5.000 t para semillas (3.400 t de girasol; 900 t de colza y 200 t de soja).

Además, en este balance, se estimaba una producción interna utilizable de 3,04 Mt en forma de tortas o harinas oleaginosas (2,34 Mt de soja; 609.300 t de girasol y 89.300 t de colza), junto con unas importaciones de 3,45 Mt (2,6 Mt de soja; 500.000 t de colza y 350.000 t de girasol).

Frente a esto, el consumo interno estimado por el MAPA es de 6,14 Mt (casi 4,7 Mt de soja; 909.300 t de girasol y 539.300 t de colza), mientras que las exportaciones previstas eran de 350.000 t (250.000 t de soja y 50.000 t, respectivamente de girasol y colza).