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Autor: Xavier Montané

Argentina triplicó su producción de carne de cerdo (fuente: agroclave.com.ar)

https://www.agroclave.com.ar/edicion-impresa/argentina-triplico-su-produccion-carne-cerdo-n2688265.html

 

En poco tiempo, los productores de cerdos rompieron todos los registros de crecimiento en esta actividad. Solo necesitaron dos décadas para pasar de 150 mil a 655 mil toneladas y al cierre del año 2020, los indicadores demostraron que en menos de 20 años, Argentina triplicó su producción.

El dato, aún no se detiene ya que los actores de la actividad vaticinan una nueva escala, que contempla una fuerte presencia en el mercado exportador, así como también, un incremento paulatino en el consumo de sus cortes en el mercado interno.

“La referencia está en que pasamos de consumir 7 a 16 kilos por habitante por año y las perspectiva hacia el 2030, nos posiciona en un franja que podría rondar los 24 o 26 kilos aproximadamente”, remarcó Jorge Brunori, especialista en producción porcina del Inta Marcos Juárez.

Este referente, considera que hay 2 ejes fundamentales que –de a poco- se deben ir profundizando. El primero pasa la sanidad, en control y la prevención de las enfermedades porcinas, y en segundo término, nuestro país debe considerar el bienestar animal en todos los procesos de la actividad.

Durante este mes, el Inta Marcos Juárez, volverá a reunir de forma virtual a todos los referentes en su tradicional Fericerdo y es probable que en la jornada de intercambio de dos días, que se desarrollará entre el 28 y 29 de septiembre, se repasen conceptos vinculados con una mejora en la nutrición para fortalecer una presencia de calidad diferencial en los mercados, durante los próximos 10 años.

A priori, el balance indica que desde finales de la década del ´90 hasta la actualidad, se ha avanzado en una mejora en la calidad de la red, mediante la incorporación de nueva genética apoyada por una calidad nutricional en los alimentos balanceados. Al mismo tiempo, otro impulso de la actividad fue dado por medio de la aparición de carnicerías exclusivas para la comercialización de nuevos cortes frescos con características culinarias especiales.

“El consumidor se arrimó más a este producto, mostró interés por conocerlo y fue acompañado por un programa de ayuda a su consumo denominado Hoy Cerdo”, remarcó Brunori agregando que las políticas restrictivas a la exportación de carne vacuna, similares a las implementadas en el año 2006, vuelven a ser un elemento de empuje a la actividad, aunque no pierden un grado de preocupación a esa carne.

“Nos gustaría competir por calidad, y por precio. Aunque en este último factor, no nos agrada que sea por una resolución o medida que perjudica a otro segmento de la ganadería”.

El especialista, estima que sigue siendo necesario definir un programa integral de todas las carnes. “Cuando hablamos de carne, el concepto debe interpretarse de una forma más amplia. ya que nuclea a las necesidades de desarrollo bovino, aviar, porcino, ovino, caprino, el pescado y otras tantas. Hay que pensar que al año 2000, el consumo de estas 3 primeras carnes era de 99 kilos por habitante por año”, dijo Brunori.

En su cronología, traslucen estadísticas que indican que a fines de 2020, el consumo alcanzó más de 111 kilos. En definitiva, la realidad refleja que los argentinos no dejamos de comer carne, sino por el contario, muestra que hemos diversificados las preferencias y los gustos.

Por ahora, la composición dice que – desde el año 2000 a la actualidad- hemos pasado de comer más de 60 kilos de carne vacuna a menos de 50. Consumíamos 26 kilos 600 de pollo y ahora superamos los 46; y al mismo tiempo, pasamos de ingerir 7 kilos 700 gramos de carne de cerdo a un porcentual que ronda los 16 o 18 kilos por habitante, por año.

“Con este cuadro, podemos decir que la carne vacuna cayó en su consumo por el orden del 22 %, el consumo de pollo creció más del 70 % y los cortes de cerdo duplicaron su consumo y triplicaron su producción en los últimos 20 años”, enfatizó señalando que aún tiene mucho más por dar la porcinocultura.

Pero, ¿Quién decide el precio del cereal? (fuente: www.accoe.org)

Fuente: https://accoe.org/2020/09/18/pero-quien-decide-el-precio-del-cereal/

Mucho se habló en los albores de la presente campaña cerealista de la influencia de los comerciantes en, y de nuestra capacidad para, determinar el precio final del cereal. Los que nos han calificado de ‘especuladores’ e incluso ‘ladrones’ suelen obviar que aparte de nosotros, existen más agentes en el mercado, que realizan exactamente la misma comercialización y obviamente, con las mismas cotizaciones. A esto hay que sumar, en su papel de compradores finales, a fábricas de piensos, de harinas, malterías y almidonerías, por ejemplo. Sin embargo, únicamente los operadores privados somos los destinatarios de sus invectivas. Ellos sabrán por qué, aunque todos sospechamos los motivos.

Artículo de José Manuel Álvarez, Secretario General ACCOE y Jesús María Fernandez, Cereales SERABUR

A fecha de redacción del presente artículo las condiciones del mercado internacional han variado provocando una reacción al alza de las cotizaciones, ya que las últimas predicciones reflejan descensos sobre las expectativas de cosecha mundial maíz. Es decir, menos oferta. Esperemos que los mismos que nos insultan gratuitamente cuando los precios bajan, nos den ahora las gracias. Dicho con toda la ironía del mundo.

Volviendo al tema que nos ocupa, aunque salvo connotaciones logísticas y geográficas todas las Comunidades Autónomas presentan grandes similitudes, vamos a intentar traer algo de luz tomando como referencia a Cataluña, dado su rol de líder en producción y consumo de piensos, a Castilla-León, la mayor productora de cereal de España y como producto base, al trigo. Veamos:

1) Se repite con más buena voluntad (suponemos) que fundamento que los agricultores españoles deberían recibir el mismo precio que sus colegas franceses.

Cierto, en igualdad de circunstancias y condiciones así sería. Pero, partimos de una comparativa falaz y, por tanto, no válida. Afirman que, si en Francia se vende el trigo, digamos que a 185 euros/tm, entonces en Castilla y León el agricultor debería poder vender a esos 185 euros/tm salida.

Pero se omite, torticeramente, indicar que son las cooperativas y los comerciantes quienes venden a ese precio y no los agricultores, es decir, son precios de salida almacén. Además, según comentan fuentes no oficiales galas las cooperativas allí llegan a descontar hasta 12 euros/tm a sus socios. Voilà, sale c**p!

2) IMPUREZAS: El trigo francés se entrega con un 2% máximo de impurezas. El español tiene una media del 5%.

Empezamos con un diferencial en impurezas de un 3%, es decir unos -5,55 euros/tm.

3) DIFERENCIAL DE TRANSPORTE: Los precios se fijan en función de los flujos de mercancía, de las zonas de producción a las zonas de consumo.

Cataluña es el mayor centro de consumo e importador de cereales de España. Consume desde Tarragona, Francia y, por último, mercancía local. Sin embargo, Castilla y León es el mayor centro de producción y se ve obligada a ‘exportar’ a otras zonas porque no puede consumir todo lo que produce.

Los franceses del sur están a 18 euros/tm de transporte a Lleida y los castellanos, de media, unos 22 euros/tm. Esto añade un diferencial de -4 euros/tm.

4) PROTEINA: Sabido es que las fábricas de pienso no compran trigo, compran la relación de proteína y energía que lleva el grano.

En el caso que nos ocupa, un trigo francés se entrega de media con 11,5% mínimo de proteína y el español con un 10,5%.

Haciendo cuentas, si un trigo galo con 11,5% proteína vale 185€/tn salida, es decir 203 destino Lleida, y un trigo de 14,5% de proteína de origen Báltico se vende a 225 destino Lleida, tenemos un diferencial de 22 euros/tm, con lo que cada punto de proteína en trigo cuesta 7,33 €/tm.

Si vemos el precio del punto de proteína tomando como referencia la harina de soja, comprobamos que también sale un coste de unos 7 euros/tm, con lo que se confirma así el valor actual de 1 punto de proteína.

Si como hemos indicado anteriormente el diferencial de proteína del trigo más barato francés respecto al español es de un 1%, nos resulta que obtenemos un diferencial de -7,33 euros/tm.

5) PESO ESPECÍFICO: El trigo francés tiene, mínimo, 77/78 kgrs/hl de PE y el español, salvo contadas excepciones, un máximo de media y siendo generosos de 74 kgrs/hl, o lo que es lo mismo un diferencial de –3,75 euros/tm.

Teniendo en cuenta lo expuesto, el precio del trigo español debe valer, en comparación con un trigo francés y sin contar descuento cooperativo ni descuento por inseguridad de suministro, el siguiente sumatorio menos que el de nuestro país vecino:

  • – 5,55 euros/tm Mayor contenido en impurezas
  • – 4 euros/tm  Diferencial de transporte
  • – 7,33 euros/tm Menos proteína
  • – 3,75 euros/tm Menor peso específico
  • – 20,63 euros/tm TOTAL DESCUENTO

Así que si un trigo francés cotiza a 185 Euros/tm salida del sur de Francia, un trigo español vale para los compradores 164,37 euros/tm salida cooperativas y comerciantes de Burgos/Palencia. Esto no son matemáticas, es mercado.

Hemos dejado al margen del cálculo el descuento por inseguridad de abastecimiento. No obstante, es obvio que los centros consumidores necesitan tener garantizado el suministro continuo de cereales, dado que los animales tienen la ‘mala’ costumbre de comer todos los días. Por este hecho, los grandes compradores de Cataluña acuden preferiblemente donde siempre encuentran vendedores y por tanto mercancía a su disposición, seguridad que a menudo les hace prescindir del precio.

La ausencia de prácticas comerciales coherentes provoca que los agricultores españoles entren y salgan del mercado en función de intereses ajenos, mal aconsejados y peor dirigidos. Los compradores necesitan bases sólidas y confianza en su proveedor y, con toda la lógica del mundo aborrecen situaciones como la que se ha dado recientemente en la que la mercancía nacional desapareció de las plazas a causa del machaqueo constante en favor de ‘retener la mercancía’ (no olvidemos también la aparición en escena de algunos cargos políticos que han aportado su granito de arena en el caos). Si los fabricantes no encuentran esas bases y garantías en la producción nacional, sin duda la hallarán fuera.

En definitiva, entre todos hemos creado una cadena comercial que nos ha permitido convertirnos en referencia mundial en la producción cárnica y de piensos. Por favor, un poquito de sensatez y cuidemos los mensajes. La experiencia demuestra que aquí cabemos todos y cualquier desestabilización del sistema tendrá como consecuencia situaciones imprevisibles en las que, sin duda, no habrá un único eslabón perjudicado.

ENTREVISTA ACCOE: «El operador, no impone el precio final, por eso recomendamos la venta escalonada del cereal»

Fuente: https://agroinformacion.com/entrevista-accoe-el-operador-no-impone-el-precio-final-por-eso-recomendamos-la-venta-escalonada-del-cereal/?fbclid=IwAR3d67PBadbXJc6qIWXlA6kM6gQvPiwkcT5rtp_SRqqcwQfbsXYFosFySHg

Los precios del cereal están en el ojo del huracán y de la polémica todo este año, con un sector que denuncia que están cobrando cotizaciones de hace 30 años. El secretario general de Accoe (Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España), José Manuel Álvarez, se defiende de estas acusaciones destacando que se vive «la tormenta perfecta, con una gran cosecha española y un record de producción mundial en contexto general de reducción de consumo originado por la pandemia e incertidumbre por el futuro».

Tras rechazar las acusaciones de «especulación» en el sector, que califica de «la cantinela de todos los ‘junios’, el mantra que sistemáticamente recitan desde sus sillones unos cuantos ‘iluminados’ intentando de esa forma desviar la atención sobre su incapacidad de resolver los problemas reales de los agricultores», sobre la polémica sobre los precios mínimos en función del coste, que «no dudo de la buena intención de la idea, pero su planteamiento parece debido a un desconocimiento profundo de la agricultura», y deja un mensaje muy claro al señalar que «si quieres vender tu cebada a, digamos, por ejemplo, 180€/tn y la importada está en tu zona a 160€/tn, ¿quién te la va a comprar?»

Sobre los precios de esta campaña, el representante de Accoe recuerda que «el comerciante, el operador, no impone el precio final», por eso recomienda «la venta escalonada» y advierte de que las circunstancias que se viven «pueden afectar al valor de los cereales».

P.- Todo el campo está indignado este año, pero si hay alguien que muestra más claramente su enfado es el sector cerealista y los precios que perciben. ¿Son quejas justas o infundadas para ACCOE?

R.- A nadie le gusta vender a precios que considera bajos o injustos, ni a los agricultores ni a los comerciantes de cereales ni a cualquiera que tenga un negocio propio. Pero esto el mercado no lo tiene en cuenta, es inmisericorde, y este año nos hemos topado con la ‘tormenta perfecta’. A la gran cosecha española se une, según el Consejo Internacional de Cereales, el récord histórico de producción mundial, todo esto en el contexto general de reducción de consumo originado por la pandemia e incertidumbre por el futuro a medio plazo…

«EN ACCOE SIEMPRE SE SABE EL PRECIO, LO QUE NO SUCEDE CON LAS COOPERATIVAS Y NADIE SE ATREVE A CRITICAR ESTA POLÍTICA DE COMERCIALIZACIÓN»

P.- Pero sí es cierto que las cotizaciones se mantienen en precio de hace 30 años, mientras que los costes se adaptan rápidamente al día a la hora de incrementarse.

R.- No creo que sea útil considerar un momento determinado de las cotizaciones como indicativo de una tendencia. En el mercado no hay fotos fijas, cada campaña se ajusta a las circunstancias que la determinan y, por ejemplo, el pasado año por estas fechas el precio medio de la cebada era un 15% superior al actual y el del trigo un 6%. En este sector de escasísimos márgenes comerciales, lo importante es que el agricultor disponga del conocimiento y libertad de elegir a quién le vende su producto sin verse condicionado por manipulaciones interesadas.

P.- ¿Qué piensan cuando la palabra más repetida por el sector cerealista sobre los compradores es la de “especuladores”?

R.- Yo no diría que sea una opinión generalizada en el sector. Es la cantinela de todos los ‘junios’, el mantra que sistemáticamente recitan desde sus sillones unos cuantos ‘iluminados’ intentando de esa forma desviar la atención sobre su incapacidad de resolver los problemas reales de los agricultores. Podría haberles dado por atacar a la industria harinera o a la de piensos, pero el enemigo elegido hemos sido nosotros, qué se le va a hacer.

El comerciante, o la cooperativa, en definitiva, el operador, no impone el precio final. Eso lo sabe todo el mundo, hasta estos manipuladores. Somos simplemente correas de transmisión de los productos agrícolas a los mercados. Los precios, dependen de muchísimos factores y ninguno de ellos está en manos de los comerciantes. Parece absurdo tener que repetir a estas alturas que la cotización nacional en este sector se establece al sumar el precio del producto importado más el transporte hasta el lugar de consumo. Si quieres vender tu cebada a, digamos, por ejemplo, 180€/tn y la importada está en tu zona a 160€/tn, ¿quién te la va a comprar? No somos ninguna isla, por muchos que algunos crean que continuamos en tiempos autárquicos, ni, afortunadamente, podemos poner freno a las importaciones porque somos deficitarios y nuestra ganadería depende también de ellas.

El agricultor que nos elige, al que desde ACCOE aconsejamos ventas escalonadas a lo largo de la campaña con el objetivo de conseguir la mejor cotización media posible, siempre sabe el precio al cual puede comercializar su producción antes de acordar cualquier venta. Esto no sucede con las cooperativas y, sin embargo, los demagogos profesionales, y ellos sabrán el motivo, no se atreven a criticar estas opacas políticas de comercialización.

«LE RECUERDO AL MINISTRO PLANAS QUE ES EL MINISTRO DE TODOS, NO SOLO DE UNA PARTE DEL SECTOR»

P.- Los cambios de la Ley de la Cadena Alimentaria incluye un precio mínimo sobre coste de producción, cómo lo valora.

R.- Bueno, antes de fijar un precio mínimo, habría que establecer cuáles son los costes reales de producción. Y esto, ¿cómo se hace? ¿en función de qué? No es lo mismo el coste de producción en una zona de 5.000 kg por hectárea que en otra de 2.000… ¿Cuál será el precio básico de referencia y quién lo determinará? Deberán resolver estas cuestiones quienes las han puesto sobre la mesa, pero, de entrada, o se desarrolla adecuadamente o supondrá un impedimento a la competitividad y un obstáculo al acceso al mercado.

Aunque no dudo de la buena intención de la idea, su planteamiento parece debido a un desconocimiento profundo de la agricultura, y no me refiero exclusivamente al ámbito de cereales y oleaginosas. Volviendo a los términos de la pregunta anterior, si se considera que el precio medio de la cebada en España según costes de producción es de, por ejemplo, 160 euros por tonelada y la importada llega a 150, ¿Qué hacemos con la nuestra? ¿La guardamos, como ha sugerido recientemente el Ministro Planas, a la espera de mejores tiempos? Absurdo. Por cierto, hablando del Sr. Ministro, aprovecho para recordarle que es el ministro de todos, no sólo de parte del sector.

P.- El presidente de ACCOE, Marcos Martínez Castellanos, aseguraba antes de la pandemia que el “el papel de los comerciantes de cereales y oleaginosas es vital para mantener viva la España rural”, pero el sector insiste en que lo vital es poder mantener sus cultivos y no perder dinero. ¿Hay margen para un punto de encuentro?

R.- Por supuesto que hay margen para un punto de encuentro, una cuestión no elimina la otra, todos somos absolutamente necesarios. La mayoría de asociados de ACCOE son pequeñas empresas familiares en segunda y tercera generación, con raíces muy hondas en el mundo rural y que ofrecen un servicio integral al agricultor, que año tras año nos elige para comercializar su producción. Es importante recalcar, que nuestra presencia en las zonas rurales es la única forma de garantizar el libre acceso al mercado a los agricultores.

Se deberían articular políticas que aseguren una situación en la que todos ganamos, desde el primer al último eslabón en la cadena, que generen un equilibrio en el mercado. Nada de quitarles a unos para darles a otros o ‘dopar’ con dinero público determinadas formas de comercialización que, desgraciadamente, nos están acostumbrando a terminar en sonados concursos de acreedores.

P.- ¿Cómo se presenta esta campaña? Porque no hay unanimidad de criterios a la hora de determinar su producción…

R.- Las estimaciones más serias indican que nuestra cosecha de cereales otoño-invierno estará en el entorno de los 22 millones de toneladas, es decir, muy por encima de la media y, posiblemente, con la suma del maíz, se registrará el récord histórico de producción. A nivel mundial, como he indicado anteriormente, se esperan también cifras de récord, por lo que esta campaña habrá que estar especialmente atentos a la evolución de los consumos y demás cuestiones que pueden afectar al valor de los cereales.