Skip to main content

Javier Arasanz insta a reflexionar sobre la actual situación sociolaboral.

Javier Arasanz insta a reflexionar sobre la actual situación sociolaboral

Los bajos salarios, así como el deteriorado valor del trabajo y el esfuerzo, podrían estar detrás de la falta de mano de obra a la que se enfrentan numerosas empresas.

Así lo manifestaba Javier Arasanz, propietario de Cereales Arasanz,  en una entrevista  para la web del Programa de Desarrollo Rural  del Gobierno de Aragón.

Según explicaba, le cuesta encontrar camioneros,  pero también ingenieros agrónomos. Una carencia difícil de entender con los datos del paro en la mano. Considera que a las nuevas generaciones les falta compromiso. Por ello, hace un llamamiento general (a políticos, empresarios, padres, maestros…) para que se realice “una profunda reflexión sobre la educación en el esfuerzo y el trabajo y en cómo se gestiona el desempleo”.

En la entrevista también se habla de la evolución que ha experimentado Cereales Arasanz desde su nacimiento, contando actualmente con una plantilla de unos 40 trabajadores directos, y desarrollando importantes inversiones en infraestructuras. Entre ellas, las realizadas entre 2016 y 2018, cuando se amplió la planta y se modernizaron las instalaciones. Fue entonces cuando se puso en marcha un secadero de cereales; tarea que, hasta entonces, se encargaba a terceros y también una nueva planta de selección de semilla certificada.

Del mismo modo, Javier Arasanz pone en valor el papel de la agricultura, un sector que considera muy seguro y necesario, máxime en un contexto de incertidumbre y tan complicado como el actual. Se muestra rotundo al responder que a los agricultores no se les valora lo suficiente. En su opinión, tanto en la provincia como en Aragón, trabajan muy bien y son muy competentes.

Cereales Arasanz se dedica a la compra-venta de cereales al por mayor, su clasificación, selección y procesado. Tiene un destacado interés en la calidad del cereal y, tal y como apreciaba la autora de la entrevista, un especial cuidado por el trigo.  Algo “inevitable” viniendo de una familia de panaderos.